Los profesionales que realizan tanto tareas asistenciales como de investigación desempeñan un papel fundamental en la transformación de los resultados de la investigación biomédica en tratamientos y tecnologías aplicables en la práctica clínica. Esta figura, conocida con el nombre de “clinician-scientist”, cuesta cada vez más encontrar en los centros de investigación. Los motivos son varios. Desde la creciente presión asistencial, que limita su dedicación a la investigación, hasta la cada vez más exigente carrera investigadora, donde la progresión es altamente competitiva.
“En el IDIBAPS sabemos de la importancia de la figura de clinician-scientist para la investigación traslacional. Entendemos que es necesario promoverla y potenciarla. Por eso disponemos de programas específicos para estos profesionales”, declara Gemma Llaverias, responsable de Coordinación Científica del IDIBAPS.
La carrera investigadora en el IDIBAPS-Fundació Clínic
La existencia de una carrera investigadora atractiva y eficiente requiere posiciones bien definidas, así como perspectivas profesionales claras, una buena financiación y herramientas de soporte al desarrollo profesional, entre otros. Como indican las recomendaciones europeas, desde 2014, el IDIBAPS–Fundació Clínic cuenta con una estrategia de carrera investigadora que establece cuatro grandes categorías de investigadores: R1, investigadores predoctorales, R2, investigadores postdoctorales, R3, investigadores establecidos, y R4, jefes de grupo.
“Cada una de estas cuatro categorías contiene una vía profesional especial para los clinician-scientists, paralela a la de los investigadores dedicados al cien por cien a la investigación”, señala Llaverias. “Por ejemplo, en la etapa predoctoral, existen contratos específicos, como los “Río Hortega” convocados por el Instituto de Salud Carlos III, para que el personal clínico pueda dedicarse a la investigación de forma intensiva durante 2 años, tras terminar la residencia”.
Programas 50/50 y 80/20
El primer programa que impulsó el IDIBAPS, hace 10 años, fue el 50/50. El objetivo es facilitar que médicos especialistas, jóvenes, consolidados, del Hospital Clínic dediquen el cincuenta por ciento de la jornada laboral en investigación y la otra mitad a la atención de los pacientes. “Compaginar la investigación con la asistencia es un aspecto clave del programa que te permite desarrollar una línea de investigación clínica centrada en las necesidades de los pacientes”, declara Sara Llufriu, líder del grupo IDIBAPS Imagen avanzada en enfermedades neuroinmunológicas (ImaginEM) y beneficiaria del programa 50/50. Opinión que comparte Gisela Sugranyes, también beneficiaría del programa y líder del grupo Neuroimagen multimodal en psicosis de inicio reciente y de alto riesgo del IDIBAPS. "Disponer de este tiempo protegido para dedicar a la investigación, sin perder el contacto con el paciente, ayuda a identificar preguntas científicas relevantes en la práctica clínica, así como a tener presente el retorno de los resultados a la consulta o a la cama del hospital".
Para ambas investigadoras, participar en el programa 50/50 les ha permitido formar grupos de investigación propios y consolidar la carrera investigadora. Sin embargo, Mariona Cid ya lideraba el grupo Vasculitis sistémicas cuando entró en el programa 80/20 del IDIBAPS. Iniciado en 2013, el 80/20 ofrece a clinician-scientists consolidados la oportunidad de dedicar el 80% de su tiempo a la investigación durante tres años, prorrogables hasta un total de 5. El programa funciona mediante la intensificación de la actividad investigadora. Es decir, para liberar al médico de una parte de sus tareas asistenciales, el IDIBAPS contrata a una persona para que atienda a los pacientes en su lugar. De esta forma, el clinician-scientist puede dedicar este tiempo a la investigación. “Apliqué al programa con unos objetivos muy concretos. No solo científicos, de incrementar el número y calidad de publicaciones o las colaboraciones internacionales, sino también estratégicos, como incorporar nuevas tecnologías al Instituto, conseguir contratos con empresas o preparar a la nueva generación de investigadores para garantizar el relevo generacional. Y lo logré”.
Llufriu, Sugranyes y Cid destacan por su motivación, interés y calidad en la investigación. Sin embargo, el camino no les ha sido fácil, ya que tanto la actividad de investigación como el asistencial requieren mucho tiempo y recursos. “No se trata únicamente de diseñar y llevar a cabo proyectos, sino también buscar financiación o establecer redes de colaboración. Sin el programa, habría sido difícil compaginar mi vida personal y profesional, porque el tiempo que dedicaría a la investigación quedaría fuera del horario laboral”, señala Llufriu. “Si bien el Hospital Clínic es un entorno favorable a la búsqueda de excelencia, el programa 50/50 me ha permitido desarrollar la carrera investigadora de forma diferencial respecto a si no hubiera formado parte, al otorgarme un tiempo y recursos que de otra forma no hubiera podido disponer”, añade Sugranyes. “Estoy muy agradecida en el programa 80/20. Mi trayectoria como clinician-scientist es fruto de una entrega personal muy fuerte, una atracción innata para conocer las bases biológicas y moleculares de las enfermedades y un sacrificio personal muy grande. Además, hace unos años, la vida me deparó una enfermedad grave y larga como asombro. Si he podido remontar en estas circunstancias adversas, es gracias a la ayuda imprescindible que fue en esos momentos el 80/20”, concluye Cid.
Programa de investigación colaborativa para médicos (PhD4MD)
Entre 2015 y 2018, el IDIBAPS, junto con el Instituto de Investigación Biomédica Vall d'Hebron (VHIR), el Centro de Regulación Genómica (CRG) y el Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona (IRB), abrió cuatro convocatorias de un programa de formación predoctoral propio para profesionales clínicos llamado PhD4MD.
El programa ofrece a médicos especialistas la posibilidad de trabajar en un proyecto colaborativo entre un grupo de investigación básica del CRG o el IRB y un grupo de investigación traslacional del IDIBAPS o el VHIR. "Siempre me ha interesado adquirir conocimientos, más allá de la clínica, sobre cómo funcionan las células y los procesos que desencadenan las enfermedades y el programa PhD4MD me pareció una buena oportunidad para alcanzar este objetivo", declara Irene López Oreja, médica especialista de la Unidad de Hematopatología del Servicio de Anatomía Patológica del Hospital Clínic y beneficiaria del PhD4MD. La tesis doctoral de López Oreja fue codirigida por Juan Valcárcel, jefe del grupo Regulación del splicing alternativo de pre-ARNm durante la diferenciación celular, el desarrollo y la enfermedad del CRG, y Dolors Colomer, líder del grupo IDIBAPS Terapias experimentales en neoplasias linfoides.
“La investigación del grupo del Hospital Clínic-IDIBAPS tiene una vertiente mucho más traslacional y aplicada a la investigación de terapias contra la leucemia linfocítica crónica. En cambio, el equipo del CRG se centra en el estudio del splicing, o empalme, alternativo, un proceso que tiene lugar durante la maduración del ARN mensajero”, comenta López Oreja. Sin embargo, la interacción entre los dos laboratorios y la combinación de su experiencia ha sido clave para el éxito del proyecto de mi tesis doctoral. Un proyecto que ninguno de los dos equipos podría haber realizado por separado”.
Además, la investigadora destaca que gracias al programa de doctorado PhD4MD dispone del conocimiento necesario para entender tanto los conceptos que se trabajan en la investigación básica como en la clínica. “A menudo encontramos cierta desconexión entre ambos ámbitos, lo que dificulta la colaboración y el diálogo. Por eso, resulta clave disponer de una figura que entienda ambos lenguajes y haga de enlace, aunque no siempre es una tarea sencilla”.
Actualmente, López Oreja trabaja a tiempo completo en tareas asistenciales. Sin embargo, su intención, en un futuro próximo, es dedicarse tanto a la práctica clínica como a la investigación.
Programa internacional de formación en investigación biomédica para clinician-scientists (BITRECS)
Con el espíritu de dar continuidad a la figura de clinician-scientist más allá del doctorado, IDIBAPS inició, en 2017, el programa BITRECS, cofinanciado con fondos europeos y la Fundación “La Caixa”. Durante tres años, la dedicación exclusiva a la investigación permite a los beneficiarios seguir formándose y avanzar en la carrera investigadora.
“Formar parte del programa BITRECS me ha permitido mejorar las habilidades dentro del laboratorio, al tiempo que ha estimulado mi pensamiento crítico y ha impulsado mi crecimiento como investigador traslacional. Un crecimiento avalado por las publicaciones científicas derivadas de mi trabajo y la ampliación de mi red de contactos con otras instituciones”, señala Gerardo Rodríguez-Lobato, médico especialista del Instituto Clínico de Enfermedades Hematológicas y Oncológicas del Hospital Clínic y beneficiario del programa BITRECS hasta diciembre de 2021.
La investigación postdoctoral de Rodríguez-Lobato se centró en el estudio de las células T con receptores quiméricos de antígenos (CAR-T) en mieloma múltiple. El investigador formó parte del grupo IDIBAPS Mieloma, amiloidosis, macroglobulinemia y otras gammapatías bajo la dirección de Carlos Fernández de Larrea, pero también realizó una estancia de investigación en la Universidad de Würzburg para completar la formación. ”Vivir un año en Alemania resultó muy enriquecedor a nivel profesional, pero sobre todo en el ámbito personal, ya que me permitió conocer otra cultura, idioma, tradiciones y costumbres”.
Rodríguez-Lobato destaca el trabajo en el laboratorio como el factor que cambió su forma de entender la medicina y el desarrollo tecnológico. “La formación en medicina ofrece muy pocas oportunidades para profundizar en el mundo de la investigación. Sin embargo, la interrelación entre la ciencia y la práctica clínica es fundamental para responder a las dudas que surgen en la consulta o en el hospital, de modo que las soluciones lleguen al paciente lo más rápido posible. En este sentido, valoro de forma muy positiva el programa BITRECS”, enfatiza. “Así, aunque mi posición actual es asistencial en el Servicio de Hematología del Hospital Clínic, todavía colaboro con el grupo de Fernández de Larrea para desarrollar nuevas terapias contra el mieloma basadas en las células CAR- T”.
Este contenido se ha elaborado gracias al apoyo de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT).