La obstrucción laríngea es una malformación rara pero bien conocida: un feto no necesita respirar pero la obstrucción impide que los pulmones expulsen sus secreciones por la tráquea. Esto causa que el pulmón crezca desmesuradamente y comprima el corazón hasta producir el fallo cardiaco. En los pocos fetos que sobreviven, el tejido pulmonar queda gravemente dañado y no puede funcionar normalmente.
En este caso, mediante una ecografía realizada en la semana 21 de gestación, los médicos del Hospital de Cartagena que realizaban el seguimiento del embarazo de la madre detectaron que el feto tenía los pulmones muy dilatados, comprimían el corazón y producían un fallo cardíaco. Refirieron el caso a Barcelona, en donde se confirmó el diagnóstico: la laringe estaba totalmente obstruida.La intervención se realizó a las 21 semanas y dos días de embarazo. Gracias a una larga y exhaustiva preparación de más de una hora, los cirujanos necesitaron sólo 20 minutos para llevarla a cabo. Consistió en anestesiar al feto, colocarlo en una posición adecuada e introducir un fetoscopia (endoscopio especial de cirugía fetal, que hace sólo 3 mm de espesor en el útero) en la boca fetal hasta la laringe, donde están las cuerdas vocales. Una vez en la laringe, el equipo comprobó que esta parecía normal pero que estaba obstruida por una membrana. Con instrumental especial de cirugía fetal, de diámetros de menos de un milímetro, se perforó y eliminó la membrana. Después de explorar la tráquea y los bronquios para confirmar su aspecto normal, se procedió a lavar todas las secreciones acumuladas para acelerar la recuperación.
Durante las semanas siguientes a la cirugía los especialistas comprobaron que los pulmones recuperaban poco a poco el tamaño normal, y el fallo cardíaco mejoraba hasta llegar una situación de recuperación completa. El embarazo siguió su curso normal y dieciséis semanas después nació el bebé, en el Hospital de Cartagena. El bebé no requirió ningún apoyo de ventilación y pesó al nacer 2.850 gramos.
Por primera vez, con éxito
Otros equipos ya habían intentado realizar la idea de perforar la laringe para salvar la vida al feto, en tres ocasiones durante los últimos 10 años, pero sin éxito. El equipo de Barcelona creía que estos fracasos se debían a haber operado casos demasiado complicados (tenían otras malformaciones adicionales) y a haber utilizado técnicas demasiado invasivas que implicaban un riesgo muy alto de prematuridad. El equipo había establecido unos criterios previos y había diseñado una cirugía para cuando apareciera la ocasión, que se dio en este caso: el feto presentaba una forma de obstrucción laríngea aislada, provocado por una membrana anómala, una especie de tabique que se sitúa justo por debajo de las cuerdas vocales y tapona completamente la salida por la tráquea. El equipo de Barcelona creía que en este caso debía ser posible técnicamente eliminar la membrana, salvando el feto.
Programa de Cirugía Fetal Clínic-Sant Joan de Déu
Ya hace 8 años, el Hospital Clínic y el Hospital de Sant Joan de Déus constituyeron el Programa de Cirugía Fetal, actualmente uno de los de mayor volumen en el mundo, que ha permitido dar solución con técnicas de terapia fetal a más de 1.200 embarazos . En estos momentos recibe más de 2.500 consultas anuales por valoración y tratamiento de enfermedades fetales, de las que entre 120 y 150 requieren cirugía. Sus miembros son pioneros internacionales y han participado en el diseño de muchas de las técnicas que se aplican en la actualidad. El programa combina la experiencia en Medicina Fetal, Cirugía Pediátrica y Neonatología de los dos centros, que permite atender bebés con la máxima complejidad.
En el año 2012 el equipo ha sido reconocido por la Comisión Europea para dirigir, desde la Universidad de Barcelona, el primer doctorado internacional Erasmus Mundus en Medicina Fetal, que se iniciará en octubre de este año.
Próximo Centro de Medicina Fetal y Neonatología
Los dos centros han decidido dar un paso adelante, hacia la formación de un único centro de Medicina Materno-fetal y Neonatal con sede en Clínic y en Sant Joan de Déu. El centro integrará, bajo una dirección única, toda la actividad clínica, docente y de investigación-innovación, lo que permitirá consolidar la excelencia alcanzada y disponer de una de las áreas en medicina y terapia fetal más grandes del mundo. De esta manera, Barcelona afianza aún más su posición de liderazgo internacional en medicina fetal.