MalERA se estableció a raíz del llamamiento a erradicar la malaria durante el Malaria Forum que organizó la Fundación Bill & Melinda Gates en octubre de 2007. Su hipótesis de partida era que, con las herramientas de las que disponemos en este momento, se pueden lograr avances significativos en la reducción del número de casos clínicos y muertes causados por el parásito de la malaria, e incluso eliminar la enfermedad en algunas regiones, pero la erradicación global seguirá fuera de nuestro alcance. Así pues, se puso en marcha un proceso consultivo sin precedentes que involucró a los principales expertos de referencia en la investigación sobre malaria y otros ámbitos, con el fin de identificar un conjunto de prioridades para la investigación y desarrollo que reflejaran un cambio de paradigma fundamental: de uno centrado en reducir la mortalidad y la morbilidad por malaria, el objetivo tradicional de las estrategias de control, a otro en el que la meta es interrumpir la transmisión del parásito que causa la malaria, posibilitando así su completa erradicación.
No es la primera vez que la comunidad internacional se propone este objetivo. En 1955 la Organización Mundial de la Salud implementó el Global Malaria Eradication Programme (GMEP), pero 14 años después admitió que el objetivo era inalcanzable con las herramientas de las que se disponía en ese momento. Hoy la malaria sigue siendo endémica en 106 países y, a pesar de los grandes avances alcanzados en los últimos años, se estima que en 2009 se produjeron 781.000 muertes debidas a esta enfermedad.
La iniciativa malERA se creó en 2008 bajo la dirección de un Comité Directivo formado por 14 científicos de renombre internacional. Entre sus órganos de gobierno contó además con un Comité Consultivo Internacional, liderado por Myron M. Levine, que incluía a expertos de anteriores campañas de erradicación y eliminación de la malaria y otras enfermedades, así como con un Consejo de líderes internacionales, compuesto por la Dra. Margaret Chan, Directora General de la Organización Mundial de la Salud, el Dr. Tadataka Yamada, Presidente del Global Health Program de la Fundación Bill & Melinda Gates, el Dr. Anthony S. Fauci, Director del National Institute of Allergy and Infectious Diseases (USA), el Dr. Mark Walport, Director de la Wellcome Trust, y la Dra. Awa Coll-Seck, Directora Ejecutiva del Roll Back Malaria Partnership Board. La financiación para realizar este trabajo provino de una subvención de la Fundación Bill & Melinda Gates.
La secretaría técnica de malERA tuvo su base en el Centro de Investigación en Salud Internacional de Barcelona (Hospital Clínic-UB) cuyo Director, el Dr. Pedro L. Alonso, presidió el Comité Directivo que guió el proceso. El papel del CRESIB como coordinador de este esfuerzo mundial sitúa de nuevo al Hospital Clínic de Barcelona y la Universidad de Barcelona en el epicentro de la investigación para la lucha contra la malaria.
Artículo monográfico en PLoS Medicine
El esfuerzo de dos años de consultas da sus frutos en un monográfico de 12 artículos que publica mañana la revista PLoS Medicine, compuesto por tres piezas de análisis y nueve agendas de investigación y desarrollo. La introducción sitúa la iniciativa malERA en contexto, mientras que las agendas definen las áreas de investigación y desarrollo para ocho áreas temáticas: ciencia básica y tecnologías para la investigación; medicamentos; vacunas; control del vector; sistemas de salud e investigación operativa; modelos matemáticos; diagnósticos; y monitoreo, evaluación y vigilancia epidemiológica. Un artículo adicional identifica las necesidades de investigación transversales. El conjunto se complementa con dos artículos históricos que exponen las lecciones aprendidas en anteriores campañas de eliminación y erradicación tanto de la malaria como de otras enfermedades.
La erradicación de la malaria es uno de los más grandes desafíos de la ciencia y de la salud pública mundiales. Ciertamente se trata de un objetivo muy ambicioso que, según las conclusiones de malERA, sólo podrá estar al alcance de las nuevas generaciones de jóvenes científicos si la investigación en los ámbitos más variados empieza desde ahora.
Algunos ejemplos de las necesidades críticas en el ámbito de la investigación contra Plasmodium falciparum y Plasmodium vivax son:
- Cultivo in vitro y estudio de los hipnozoitos (estadios persistentes del parásito en el hígado) de P. vivax, una especie desatendida que causa malaria en humanos
- Nuevos fármacos adecuados para campañas de administración a nivel poblacional que permitan tanto eliminar completamente la infección como proteger frente a nuevas infecciones.
- Vacunas dirigidas contra diferentes estadios del ciclo de vida del parásito, o contra el mosquito, con el objetivo principal de interrumpir la transmisión.
- Nuevas aproximaciones al control de vector para (i) mosquitos que comen y descansan en el exterior y (ii) alcanzar reducciones permanentes de la capacidad vectorial en áreas donde la transmisión se debe sobre todo al altamente eficiente vector A. gambiae
- Nuevas aproximaciones para una evaluación rápida y precisa de la transmisión a un nivel comunitario
- Herramientas para evaluar científicamente si el sistema de salud está listo para transitar hacia los esfuerzos de eliminación
- Nuevas aproximaciones colaborativas para utilizar los modelos matemáticos como orientación en la definición de los perfiles de producto deseados, y de los resultados que se esperan de la combinación de diferentes intervenciones
- Herramientas más poderosas para el monitoreo y la evaluación, y estrategias para interrumpir la transmisión que estén estrechamente vinculadas con los sistemas sociales y de salud