La sepsis es un cuadro clínico grave, que afecta a más de 20 millones de personas en el mundo cada año siendo responsable de más muertes que el cáncer de mama, el cáncer de próstata y el SIDA juntos. Aunque su peso es mayor en los países en vías de desarrollo (es la principal causa de muerte materno-infantil), su incidencia aumenta también en los países desarrollados por la aparición de cepas bacterianas resistentes a los antibióticos como consecuencia del uso indiscriminado de los mismos, en situaciones cada vez más frecuentes de inmunosupresión natural (Ej: envejecimiento y prematuridad) o inducida (Ej: quimio- o radio-terapia en cáncer, administración de fármacos inmunosupresores en enfermedades autoinmunitarias y en trasplantes de órganos sólidos o hematopoyéticos), o de procedimientos quirúrgicos invasivos (Ej: implantación de prótesis articulares o cirugía intra-abdominal). Sus devastadores efectos son debidos a una reacción inflamatoria desproporcionada inducida por el sistema inmune para combatir la infección pero que daña muchos de nuestros órganos vitales y finalmente sume al individuo en un estado de inmunosupresión severa.
Es por tanto una entidad compleja cuyo diagnóstico y tratamiento debe ser rápido, ya que el tiempo es determinante para la supervivencia del paciente. El problema es que resulta difícil seleccionar la combinación de antibióticos más adecuada en cada caso porque no hay tiempo para realizar las pruebas diagnósticas necesarias para identificar al patógeno responsable. Además, aunque se pueda destruir al agente infeccioso, a menudo las toxinas liberadas por él siguen circulando y estimulando la respuesta inflamatoria inmune. El uso de la molécula CD6, que propone el equipo de investigadores del IDIBAPS, en colaboración con la empresa ImmunNovative Developments, se ha mostrado eficaz en la prevención y tratamiento de modelos animales de sepsis monomicrobiana de origen abdominal.
Para ello se utilizó una dosis única de CD6 procedente de células del sistema inmune humanas para tratar a ratones a los que se había inoculado una dosis letal de bacterias (multiresistentes o no) o sus toxinas. Esta molécula, que se une a partes muy conservadas de las bacterias y por tanto tiene un amplio espectro antibacteriano, evitó la sobreactivación de la respuesta inflamatoria antiinfecciosa y facilitó la eliminación de bacterias y toxinas, aumentando de forma significativa la supervivencia de los animales. Por tanto se trataría una terapia no antibiótica basada en una proteína propia con propiedades antibacterianas y antiinflamatorias notables y que carecería de la inmunogenicidad y la toxicidad (renal, hepática, etc) asociada a algunos de los tratamientos antibióticos de amplio espectro utilizados en sepsis.
La investigación seguirá avanzando para analizar el efecto beneficioso de la proteína en otros modelos de infección más complejos (poli-microbiana) y en administración combinada con antibióticos de uso habitual en el tratamiento de la sepsis. Igualmente, otro aspecto en el que se espera avanzar es en la posible prevención del estado de inmunosupresión en el que quedan los pacientes que sobreviven a la sepsis incluso a pesar del tratamiento antibiótico y que es responsable de una elevada morbi/mortalidad en los meses siguientes a la misma.
Referencia del artículo: Martínez-Florensa M, Consuegra-Fernández M, Martínez VG, Cañadas O, Armiger-Borràs N, Bonet-Roselló L, Farrán A, Vila J, Casals C, Lozano F. Targeting of Key Pathogenic Factors From Gram-Positive Bacteria by the Soluble Ectodomain of the Scavenger-Like Lymphocyte Receptor CD6. J Infect Dis. 2013 Dec 19. [Epub ahead of print] Read the abstract