La enfermedad de Chagas se ha globalizado. Los flujos migratorios y la creciente incidencia de la Enfermedad de Chagas obligan a países como el nuestro, con una larga tradición de acogida de población latinoamericana, a luchar contra esta patología, antes exclusiva de países de Latinoamérica. En España unos 68.000 inmigrantes padecen la enfermedad, y se estima que podría haber unos 1.750 bebés infectados. Investigadores del Servicio de Salud Internacional del Hospital Clínic de Barcelona/CRESIB, que posee un dispensario monográfico para pacientes con esta enfermedad, se ha convertido en referente para el tratamiento y seguimiento de la población inmigrante, residente en países no endémicos. Prueba de ello es la publicación de este trabajo en el Clinical Infectious Diseases, que evidencia el aumento de la tasa de recién nacidos con la Enfermedad de Chagas en la población inmigrante.
En el estudio participaron un total de 1.350 mujeres embarazadas de Latinoamérica residentes en Barcelona y sus hijos recién nacidos. Según los resultados, el 3,4% de las mujeres fueron positivas para el parásito Trypanosoma cruzi, responsable de la enfermedad de Chagas, y el 7,3% de los recién nacidos de las madres infectadas fue también positivo. En los recién nacidos el tratamiento es muy eficaz -cerca del 100%-, y permite evitar que los niños infectados desarrollen complicaciones en la edad adulta. Por este motivo, grupos de investigación liderados por el Dr. Joaquim Gascón, jefe de Sección del Servicio de Medicina Tropical y Salud Internacional del Hospital Clínic de Barcelona e investigador principal del CRESIB, junto con el Dr. Oriol Coll, jefe de Sección de Salud Materna y Fetal del mismo hospital, y adscrito la Facultad de Medicina UB (Dept. de Obstetricia y Ginecología, Pediatría, Radiología y Anatomía); el grupo de Parasitología de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Barcelona, dirigido por la Dra. Monserrat Portús e investigadores del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, representados por la Dra. Vicky Fumado, han sumado esfuerzos para llevar a cabo este estudio, que supone un paso más en la lucha contra la enfermedad en países no endémicos.
Sobre la enfermedad de Chagas
La enfermedad de Chagas está provocada por un parásito llamado Trypanosoma cruzi, que requiere de un artrópodo conocido como vinchuca o chinche picuda, para transmitirse. A pesar de que este insecto no se encuentra en nuestro país, existe riesgo de contagio a través de las transfusiones de sangre y trasplantes de órganos y, aunque el parásito no se transmite por contacto personal, sí lo puede hacer de madres a hijos, durante la gestación. Por ello es necesario detectar a las portadoras del parásito, para poder detectar de forma precoz a los niños infectados y administrarles lo antes posible el tratamiento adecuado, que es cuando resulta más eficaz.
La enfermedad de Chagas se caracteriza por tener una fase aguda (muchas veces asintomática); una fase llamada indeterminada, en la que los afectados no tienen síntomas, y que puede durar de 10 a 25 años; y una fase crónica que afecta a un 30-40% de los infectados, en la que se manifiestan las complicaciones cardíacas y/o digestivas de la enfermedad. Después de instaurar el cribado de la enfermedad de Chagas en los bancos de sangre y tejidos, el principal reto del sistema sanitario de nuestro país, en relación a esta patología, es instaurar el cribado en las mujeres embarazadas, para controlar, diagnosticar y tratar de forma precoz y eficazmente a los niños infectados.