El estudio recoge datos de prevalencia e incidencia de la neuritis óptica desde el año 2008 hasta el 2012, con una evaluación retrospectiva de los registros electrónicos del Hospital Clínic de Barcelona, un centro de referencia en Neurooftalmología que atiende a 300.000 habitantes en su área de influencia y al que también son referidos muchos otros de otras áreas de Catalunya. El objetivo de este trabajo era obtener datos precisos de una enfermedad estrechamente vinculada con la esclerosis múltiple. Durante los cuatro años de análisis, los investigadores observaron que la mitad de los pacientes que empezaban con neuritis óptica, al cabo de dicho tiempo de seguimiento ya habían desarrollado esclerosis múltiple, por lo que la principal conclusión es que la frecuencia de la neuritis óptica está aumentando en Barcelona -con una incidencia actual de 5 casos cada 100mil habitantes al año- y probablemente también otras enfermedades inflamatorias del sistema nervioso.
Según los investigadores, si la enfermedad se detecta a tiempo y de forma precisa y con la ayuda de técnicas de diagnóstico por la imagen como la Tomografia de Coherencia Óptica y otras pruebas electrofisiológicas, muy probablemente se podrían evitar las secuelas visuales que deja la neuritis óptica, ya que el tratamiento es mucho más efectivo cuanto más inicial sea la enfermedad.
La vía visual es una de las mejores vías para estudiar el mecanismo de acción del daño cerebral en enfermedades inflamatorias como la esclerosis múltiple. En este sentido, la neuritis óptica es una patología que puede medir con precisión si un fármaco neuroprotector funciona o no. El reciente estudio presenta datos precisos sobre dicha enfermedad, que permiten el diseño de nuevas terapias y ensayos clínicos para mejorar la gestión de esta enfermedad, y probar nuevos fármacos neuroprotectores.