La cirrosis hepática es una enfermedad con una alta prevalencia: se estima que en Europa y en Estados Unidos hay 250 casos anuales por cada 100.000 personas. En España, entre el 1 y el 2% de la población la padecen, y es más frecuente entre los hombres de más de 50 años. Esta enfermedad se caracteriza por la producción de un exceso de fibra en el hígado que provoca la destrucción de la estructura vascular y de los tejidos del hígado, con lo que aumenta la presión del sistema venoso portal.
El estudio caracteriza, en un modelo preclínico de hipertensión portal y cirrosis, los efectos del uso de terapias regenerativas mediante el trasplante de células madre humanas. Han observado que mejora la función de los diferentes tipos celulares que componen la microcirculación del hígado lo que conlleva una mejora en la hipertensión portal. El estudio se ha llevado a cabo con dos tipos de células madre procedentes de placenta humana, las epiteliales y las mesenquimales, y han visto que a pesar de que ambos disminuyen la hipertensión portal, las mesenquimales son más eficaces.
Los autores del estudio destacan que "es la primera vez que se estudia el efecto de células madre humanas en un modelo pre-clínico de cirrosis con hipertensión portal, enfermedad para la que no hay ninguna terapia farmacológica eficaz. Aunque la investigación está en una fase temprana, este estudio abre la puerta a evaluar los posibles efectos beneficiosos de este tratamiento en pacientes con enfermedad hepática crónica".