El estudio lo ha coordinado la Dra. Virginia Hernández-Gea, hepatóloga del Clínic, investigadora del grupo Regulación de la microcirculación hepática en la cirrosis y enfermedades vasculares hepáticas del IDIBAPS que dirige el Dr. Juan Carlos García-Pagán, e investigadora del CIBEREHD.
El hígado graso no alcohólico es la enfermedad hepática más prevalente en la población occidental y su frecuencia está aumentando de forma paralela a la epidemia mundial de obesidad. En algunos casos la enfermedad puede progresar hasta la fase de cirrosis avanzada desarrollando hipertensión portal.
La cirrosis condiciona un aumento patológico de la presión en la vena porta, lo que se asocia al desarrollo de complicaciones graves de la enfermedad como la hemorragia por varices esofágicas o la ascitis. La medición de la presión directamente en la vena porta es invasiva, para determinar el grado de hipertensión portal se utiliza una medida indirecta que consiste en determinar la presión mediante un cateterismo con balón enclavado en una vena suprahepática (presión denominada wedged hepatic venous pressure [WHVP] en inglés). La concordancia entre este método y la presión portal medida directamente es muy alta en pacientes con cirrosis provocada por alcohol o por el virus de la hepatitis C.
El valor obtenido con el cateterismo es el determinante pronóstico más importante en la cirrosis ya que proporciona información clave para aplicar medidas preventivas de las diversas complicaciones y facilita, además, la toma de decisiones médicas y quirúrgicas. Dado que esta medida es sencilla de llevar a cabo y se asocia a escasas complicaciones, es la técnica que se utiliza de forma habitual en todo el mundo.
La fisiopatología de la cirrosis por hígado graso no alcohólico no se conoce con exactitud y se cree que los mecanismos de desarrollo de hipertensión portal pueden ser diferentes que en el resto de etiologías. El hecho de desarrollar hipertensión portal por un mecanismo diferente al habitual puede producir que la estimación mediante cateterismo de las venas suprahepáticas no sea tan precisa como reportado en otras etiologías, lo que no se ha estudiado nunca. La hipótesis de este proyecto de investigación es que el método de estimación de la presión portal mediante el cateterismo suprahepático puede ser menos preciso en pacientes que tienen cirrosis por hígado graso no alcohólico respecto a los pacientes con cirrosis por alcohol o virus de la hepatitis C.
Este estudio multicéntrico en el que han participado un total de 120 pacientes de tres hospitales europeos con gran experiencia en cateterización hepática (Azienda Ospedaliero-Universitaria di Modena y Azienda Ospedaliera di Padova), bajo la coordinación del Hospital Clínic de Barcelona, ha demostrado que la WHVP presenta una clara discordancia con la presión portal.
Hasta un 38% de los pacientes con cirrosis por hígado graso presentan discordancia entre la WHVP medida con cateterismo de suprahepáticas y la presión portal, lo que sólo ocurre en un 14% de los pacientes con cirrosis por alcohol o virus de la hepatitis C. Según las observaciones realizadas en este estudio, esta discordancia se produce porque la WHVP infraestima la presión portal en un 33% de los pacientes con cirrosis por hígado graso comparado con sólo un 7.5% en los pacientes con cirrosis por alcohol y virus de la hepatitis C. En el análisis detallado de las variables incluidas en el análisis se ha determinado que el único factor asociado a la presencia de discordancia entre las dos determinaciones es el hecho de que la cirrosis sea causada por hígado graso no alcohólico.
Este estudio es el primero que estudia la concordancia entre el valor de WHVP y la presión portal en enfermos con cirrosis avanzada por hígado graso no alcohólico y la compara con un grupo de pacientes con cirrosis por otras causas.
"La conclusión del estudio es que la concordancia entre las dos determinaciones no es buena porque la cateterización de venas suprahepáticas infraestimando el valor de la presión portal medida directamente", señala Virgina Hernández-Gea. "Esta observación apoya la idea de que la hipertensión portal se desarrolla de una forma diferente en los pacientes con hígado graso no alcohólico y abre nuevas vías de investigación para estudiar los mecanismos de hipertensión portal y para replantear el valor de WHVP a la hora de aplicarse en la práctica clínica en este grupo de pacientes", concluye.
Referencia del artículo:
Ferrusquía-Acosta J, Bassegoda O, Turco L, Reverter E, Pellone M, Bianchini M, Campuzano V, Ripoll E, García-Criado Á, Graupera I, García-Pagán JC, Schepis F, Senzolo M, Hernández-Gea V, Agreement between wedged hepatic venous pressure and portal pressure in nonalcoholic steatohepatitis-related cirrhosis., Journal of Hepatology (2020), doi: https://doi.org/10.1016/ j.jhep.2020.10.003.