En el estudio, publicado en el British Medical Journal, han participado Eduard Vieta, jefe del Servicio de Psiquiatría del Clínic y del grupo Trastornos bipolares y depresivos del IDIBAPS, investigador del CIBERSAM y catedrático de Psiquiatría de la Universidad de Barcelona; y Joaquim Raduà, jefe del grupo Imagen de los trastornos relacionados con el estado de ánimo y la ansiedad (IMARD) del IDIBAPS, investigador del CIBERSAM y profesor asociado de la Universidad de Barcelona. El estudio lo han liderado Elena Dragioti (Linkeping University), Marco Solmi (University of Ottawa), Jae Il Shin (Yonsei University).
El cannabis contiene más de 100 cannabinoides, de los que el Tetrahidrocannabinol (THC) y el Cannabidiol (CDB) son los que tienen mayor relevancia clínica. Hace ya más de una década que se propuso el uso del CDB para tratar trastornos neurológicos como la epilepsia infantil resistente al tratamiento, pero su uso es controvertido teniendo en cuenta que en el mundo existen cerca de 24 millones de personas con un trastorno por uso de cannabis. En nuestro país, un 3,7% de la población consume cannabis a diario o casi a diario, con lo que tienen un patrón de consumo de elevado riesgo para la salud. Además, un 15% de la población española de entre 15 y 64 años y un 11% de los adolescentes (14-18 años) piensa que consumir cannabis carece de consecuencias sobre la salud (EDADAS y ESTUDAS 2022).
Cannabis y salud: riesgos y beneficio clínico
El estudio ha consistido en evaluar sistemáticamente las asociaciones entre el cannabis, cannabinoides y medicamentos basados en cannabis y la salud humana, a partir de la revisión de 101 metaanálisis (50 observacionales y 51 ensayos clínicos).
A partir del análisis de los ensayos clínicos se desprende que las medicinas basadas en cannabis y/o cannabinoides pueden mejorar ciertas condiciones como la epilepsia, el dolor, y la enfermedad inflamatoria intestinal a pesar de tener efectos secundarios en el sistema nervioso central.
“Pero de los estudios observacionales encontramos que había evidencia de efectos perjudiciales importantes especialmente en determinados grupos: aumento del riesgo de psicosis en jóvenes, adolescentes y personas con predisposición a tener un problema de salud mental; bajo peso de los bebés en mujeres embarazadas; y mayor riesgo de accidentes de coche”, explica Joaquim Raduà. "También había evidencia, pero más moderada, tanto de la mejora de otras condiciones, como la esclerosis múltiple, como de otros efectos secundarios, los gastrointestinales", añade.
El Dr. Eduard Vieta señala la importancia de este estudio porque “nos indica claramente que debe hacerse una prevención del uso de cannabis y derivados en personas de riesgo, que son los jóvenes de menos de 25 años, las mujeres embarazadas y las personas que conducen. Todas estas personas no deberían consumir cannabis en modo alguno, debería intentarse no consumirlo excepto en los casos concretos en que se ha demostrado un beneficio clínico”.
Referencia del estudio:
Solmi M, De Toffol M, Kim JY, Choi MJ, Stubbs B, Thompson T, Firth J, Miola A, Croatto G, Baggio F, Michelon S, Ballan L, Gerdle B, Monaco F, Simonato P, Scocco P, Ricca V, Castellini G, Fornaro M, Murru A, Vieta E, Fusar-Poli P, Barbui C, Ioannidis JPA, Carvalho AF, Radua J, Correll CU, Cortese S, Murray RM, Castle D, Shin JI, Dragioti E. Balancing risks and benefits of cannabis use: umbrella review of meta-analyses of randomised controlled trials and observational studies. BMJ. 2023 Aug 30;382:e072348. doi: 10.1136/bmj-2022-072348. PMID: 37648266; PMCID: PMC10466434.