La disfagia orofaríngea es una alteración en la deglución (capacidad para tragar) que afecta a la salud y calidad de vida de un gran número de personas en todo el mundo. Se calcula que aproximadamente entre el 10% y el 30% de los mayores de 65 años presentan algún tipo de dificultad en la deglución. Sin embargo, esta alteración se encuentra todavía infradiagnosticada e infratratada. La figura del especialista en nutrición y en logopedia juega un papel muy importante para mantener un óptimo estado de salud y favorecer la calidad de vida de estos pacientes. Estos tienen como objetivo evitar la desnutrición y la deshidratación, reducir el riesgo de infecciones respiratorias como la neumonía por broncoaspiración, así como evitar estancias hospitalarias prolongadas y prevenir los reingresos frecuentes.
Entre las causas más frecuentes de la disfagia se incluyen los trastornos neurológicos, como el Parkinson o el Alzheimer, los accidentes cerebrovasculares o los tumores de cabeza y cuello. Además de las dificultades funcionales, esta alteración tiene también repercusiones psicológicas y sociales en estos pacientes, así como en sus familiares. La comida pasa a ser una preocupación diaria, y el rechazo a comer en público, así como el miedo frente a atragantamientos frecuentes, repercuten negativamente en el bienestar de estas personas.
El logopeda tiene una función crucial en la evaluación clínica y en la rehabilitación
Dentro de todos los profesionales que tratan la disfagia, el logopeda tiene un papel muy importante en la evaluación clínica de la deglución y en su posterior rehabilitación.
Esta evaluación incluye una revisión exhaustiva del historial médico del paciente, una exploración física, un examen del estado cognitivo y comunicativo. También una evaluación de las funciones masticatorias, deglutorias, del habla y la voz. Además, ayudan a identificar la necesidad de aplicar pruebas instrumentales complementarias para reconocer mejor la gravedad y la evolución de la disfagia y ayudar a orientar el tratamiento.
Con respecto a la rehabilitación de la deglución, el logopeda es el responsable de enseñar a los pacientes modificaciones posturales, estrategias y maniobras deglutorias destinadas a mejorar la seguridad y la eficacia en la deglución.
El nutricionista tiene una función crucial en el tratamiento
El nutricionista tiene también una función crucial en el tratamiento de la disfagia. Este hecho se debe a que, con frecuencia, las personas con dificultades para tragar pueden no seguir una dieta equilibrada y completa, que conlleva un problema importante de deshidratación y desnutrición.
Dentro de sus funciones se encuentra la evaluación del paciente a partir de la cual se realiza un plan alimentario individualizado con una adaptación de las texturas de los alimentos y las bebidas. Paralelamente también enseñan al paciente, a los familiares o a los cuidadores sobre la preparación de los alimentos. Enseñan las técnicas culinarias, el enriquecimiento de la dieta, el manejo de espesantes y ofrece recomendaciones dietéticas para favorecer la palatabilidad de los alimentos.
En aquellos pacientes con riesgo de desnutrición, el nutricionista suplementa la dieta con fórmulas nutricionales adaptadas en textura y realiza controles periódicos para supervisar la evolución del paciente a nivel nutricional.
Además de la figura del logopeda y el nutricionista, otros profesionales de la salud como enfermería, auxiliares, fisioterapeutas y medicina también son fundamentales para ofrecer al paciente una mejor calidad de vida. Es por esta razón que el trabajo multidisciplinar es necesario para poder realizar un abordaje integral de las personas con dificultades en la deglución y mejorar la eficiencia y la calidad asistencial.
INFORMACIÓN DOCUMENTADA POR:
Ana Mª Pérez, nutricionista del hospital Clínic Barcelona.
Ada Cabero, logopeda del hospital Clínic Barcelona.
Mónica Egea, logopeda del hospital Clínic Barcelona.