El trastorno bipolar es una enfermedad psiquiátrica grave que afecta a cerca del 2% de la población mundial y se caracteriza por la alternancia de episodios de manía y depresión con períodos de estabilidad. A pesar de los avances en la investigación, todavía no existen biomarcadores objetivos que permitan monitorizar la evolución de la enfermedad y adaptar los tratamientos de manera personalizada. Ahora, un estudio publicado en la revista Journal of Affective Disorders aporta una nueva herramienta prometedora: la temperatura de la piel medida con dispositivos portátiles.
Estudios previos habían demostrado que, en casos de depresión, existe una desregulación en el control de la temperatura corporal que puede manifestarse, entre otros aspectos, con una temperatura de la piel más elevada que en personas sin síntomas depresivos. Existen diversas hipótesis sobre por qué ocurre este fenómeno, pero ninguna explicación concluyente.
En el presente estudio, liderado por Clàudia Valenzuela-Pascual, Diego Hidalgo-Mazzei y Eduard Vieta, del grupo de investigación en Trastornos Bipolares y Depresivos del IDIBAPS, se monitorizó a 104 personas con trastorno bipolar durante dos días consecutivos mientras realizaban su vida habitual. Los participantes llevaban un reloj inteligente que registraba la temperatura de la piel, y los investigadores compararon el patrón circadiano de este parámetro entre cuatro grupos: pacientes en episodio depresivo, pacientes en episodio maníaco, pacientes con trastorno bipolar estables y controles sanos. Además, los pacientes de los grupos depresivo o maníaco repitieron el procedimiento una vez se estabilizaron.
Los resultados muestran que la temperatura de la piel durante las horas diurnas es significativamente más alta en los pacientes que se encuentran en un episodio maníaco, en comparación con aquellos que están estables o en fase depresiva. Este aumento de temperatura desaparece cuando el episodio maníaco finaliza y la persona vuelve a la estabilidad. Esto sugiere que la temperatura cutánea, medida de forma no invasiva y continua durante la vida cotidiana, podría caracterizar objetivamente el estado psicopatológico en el trastorno bipolar.
Según los autores, este descubrimiento podría tener un impacto en la práctica clínica: “Actualmente, el seguimiento del trastorno bipolar se basa en entrevistas clínicas y cuestionarios subjetivos. Contar con un parámetro objetivo como la temperatura de la piel, sensible a los estados psicopatológicos, puede ayudar a detectar precozmente los cambios de estado y ajustar los tratamientos antes de que se agraven. Sobre todo, creemos que su potencial radica en su combinación con otros biomarcadores, como la frecuencia cardíaca o la actividad física”, explica Valenzuela-Pascual, primera autora del estudio.
Por su parte, Hidalgo-Mazzei, coautor del trabajo, comenta que “la investigación revela el potencial de los dispositivos portátiles, acercándonos a un seguimiento continuo y personalizado de los pacientes”.
A pesar de los resultados prometedores, son necesarios más estudios para validar la utilidad de la temperatura cutánea como biomarcador en la práctica clínica diaria, ya sea de forma aislada o en combinación con otros biomarcadores, y para explorar si puede ayudar a predecir recaídas o mejorar la adherencia a los tratamientos.
El estudio ha contado con la participación de la Universidad de Cádiz, el Instituto Pere Mata y el Hospital Universitario Basurto en el reclutamiento de pacientes, y ha sido posible gracias a la financiación del Instituto Carlos III (proyecto FIS PI21/00340), el Milken Institute (Baszucki Brain Research Fund grant) y el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades del Gobierno de España, que ha apoyado tanto el proyecto de investigación como el doctorado de la primera autora del artículo.
Referencia del estudio:
Clàudia Valenzuela-Pascual, Rocío G. Lamberti, Ariadna Mas, Roger Borràs, Gerard Anmella, Filippo Corponi, Vincenzo Oliva, Michele De Prisco, Marta Korniyenko, Marina Garriga, Meritxell González-Campos, Marc Valentí, Isabella Pacchiarotti, Antoni Benabarre, Iria Grande, Anna Bastidas, Isabel Agasi, Cristina Romero-Lopez-Alberca, Cecilia Muñoz-Doña, Ana Catalan, Allan H. Young, Michael Berk, Eduard Vieta, Diego Hidalgo-Mazzei, State-dependent skin temperature increase during manic episodes of bipolar disorder, Journal of Affective Disorders, Volume 389, 2025. https://doi.org/10.1016/j.jad.2025.119643.
