Pronóstico de las Valvulopatías
Actualmente no existe ningún tratamiento farmacológico que detenga la progresión de las enfermedades valvulares y el deterioro que producen en la función cardiaca. La mayoría de los medicamentos van dirigidos a tratar los síntomas y evitar la aparición de otras complicaciones como la endocarditis y las embolias. Solo la cirugía y otros procedimientos invasivos que actúan de forma directa sobre la función de las válvulas cardiacas, modifican esta evolución y tienen la capacidad de devolver a la normalidad la función cardiaca. Por este motivo, es tan importante el diagnóstico precoz y el seguimiento de los pacientes con trastornos de las válvulas cardiacas, para que sean intervenidos en el momento óptimo. La intervención en el momento adecuado evita la aparición de daños irreversibles o complicaciones graves y permite su realización con el mínimo riesgo de complicaciones para el paciente.
Complicaciones agudas
Tras una intervención quirúrgica o percutánea sobre las válvulas cardiacas, como en cualquier intervención médica, existe un riesgo de tener algún evento adverso. La mayoría de las veces se trata de complicaciones de poca gravedad y que no dejan ningún tipo de secuelas. Las complicaciones que pueden aparecer dependen en gran medida del procedimiento concreto realizado y del estado de salud del paciente.
Arritmias cardíacas. Es una de las complicaciones más frecuentes tras una intervención valvular siendo la fibrilación auricular y los bloqueos cardiacos las más habituales. Por lo general, son transitorias y se solucionan con tratamiento farmacológico, aunque pueden prolongar los días de ingreso y, en algunos casos, requerir procedimientos más invasivos como la implantación de un marcapasos definitivo.
Complicaciones graves o mortalidad tras la intervención. El riego de complicaciones graves o de fallecer después de la intervención es, en general, muy bajo y se dispone de las herramientas necesarias para poder medirlo antes de la intervención y usar esta información en la toma de decisiones y en la selección del mejor tratamiento para los pacientes.
Complicaciones crónicas
A largo plazo, tras una intervención valvular pueden aparecer complicaciones y nuevas situaciones que requieran tratamiento. Estas son predecibles y se detectan durante el seguimiento rutinario que se hace a todos los pacientes intervenidos de forma previa.
Complicaciones derivadas de la propia enfermedad. La enfermedad valvular reumática con los años puede afectar a otras válvulas del corazón que funcionaban de manera correcta en el momento de la primera intervención.
Complicaciones derivadas del tratamiento. Como en el caso de la degeneración de las prótesis valvulares biológicas, que años después de su implantación pueden requerir una reintervención por la disfunción progresiva que presentan.
Endocarditis infecciosa. Es una grave infección de las válvulas cardiacas que todos los pacientes con trastornos valvulares o con implantes valvulares tienen mayor riesgo de tener. Por este motivo, es fundamental que el paciente mantenga una cuidada salud bucodental y que realice una adecuada profilaxis antibiótica antes de cualquier manipulación a nivel dental.
Complicaciones tromboembólicas. Muchas enfermedades valvulares aumentan el riesgo de tenerlas por diversos motivos, como pueden ser la propia alteración de la válvula enferma, la aparición de fibrilación auricular (la arritmia más frecuente en estos pacientes) y la presencia de prótesis valvulares, principalmente mecánicas. Por estos motivos, muchos pacientes son tratados con anticoagulantes orales (Sintrom® es el más habitualmente usado), que reducen el riesgo de presentar este tipo de complicaciones.
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Publicado: 23 de enero del 2020
Actualizado: 23 de enero del 2020
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